El retorno a Gaia (γη)
- Maria Sanchez
- Jul 15, 2016
- 3 min read
“Cada acción de nuestras vidas toca alguna cuerda que vibrará en la eternidad” ♥ - Edwin Hubbel Chapin

Después de cumplir el primer mes de estar en Kefalonia y empezar con el viaje experimental, es difícil explicar en palabras la experiencia hasta ahora. Sólo sé que por lo menos un segundo cada día siento algún enamoramiento con esta manera de vivir… rodeada de montañas, el cielo azul, el aire limpio, y poder estar allí en medio de ellas sin un edificio ni puerta que bloquee la vista, los olores ni los sonidos. Poder usar mis manos, brazos, piernas para algo útil, y vivir en un mundo físico rodeada de vida y no a través de una pantalla. Me hace recordar la decisión que me trajo hasta aquí. Además de mi experiencia educativa frustrada bajo un sistema tradicional estudiando una Maestría en Sostenibilidad y Ecoturismo, otra de las principales razones era la necesidad de huir de las ciudades. La mayoría de mi vida he vivido en una incoherencia entre tener una preocupación por la naturaleza y querer hacer algo por ella pero a la vez vivir en ciudades llenas de tráfico contaminación, ruido y consumismo. Siempre he soñado vivir entre árboles y entender cómo funciona este mundo y cómo lo estamos afectando con nuestra existencia.
Lo cual me trae al tercer y último tema que estaré investigando durante este viaje experimental, y el tema principal de la carrera que intentaba seguir antes de venir aquí… y es la relación del humano con la naturaleza. Irónicamente una de las primeras lecciones que tomé hace cinco meses cuando empezaba mis estudios en la universidad, se relaciona con la primera exploración que hago sobre el tema de sostenibilidad en este viaje en tierras griegas. Tomado de nuevo de la mitología griega, me reencontré con Gaia (γη en griego), la Madre Tierra de los griegos. También conocida como Gea, proveniente del «ge» que significa literalmente tierra. Desde el punto de vista mitológico, es una de las deidades primordiales junto con los dioses Caos y Eros, que nació sin necesidad de padres, y luego fue la principal creadora de los organismos vivientes de la tierra y el universo, y madre de los dioses celestiales, los Titanes y los Gigantes. Trajo a la vida a su primer hijo, Urano, sin necesidad de un progenitor. Representada como una abuela o anciana, Gaia era una figura femenina creadora de todo, sabia, poderosa y autosuficiente.
Siglos después de los orígenes de la mitología griega, en 1969, el científico James Lovelock que en su momento trabajaba para la NASA, retornó a la concepción de Gaia. Mientras realizaba exploraciones de existencia de vida en el planeta Marte a Lovelock le intrigó cómo el planeta tierra sí posee condiciones inherentes para ella. De aquí nace la hipótesis de Gaia la cual explica que la biósfera de la tierra, conformada por organismos vivos y materias inorgánicas se autorregula a sí misma para que su entorno natural promueva la vida de los mismos. La teoría es ejemplificada con la simulación del Mundo de Margaritas, un mundo habitado por margaritas blancas y negras orbitado por un sol que sube de temperatura constantemente. Las margaritas blancas reflejan el sol (disminuyen la temperatura del planeta) mientras que las negras lo absorben (aumentan la temperatura del planeta). En el modelo cada vez que la temperatura del planeta sube se reproducen más flores blancas lo cual hace que la temperatura baje de nuevo, y si la temperatura baja demasiado se reproducen más flores negras lo cual hace que la temperatura del planeta suba hasta llegar a un equilibrio.
Inspirada por el concepto mitológico y científico de Gaia estaré entonces tratando de entender los ecosistemas de estas tierras griegas del mediterráneo y los humanos dentro de ellas y encontraré los mejores proyectos de sostenibilidad en el continente europeo que intenten armonizar con la naturaleza. Retorno a Gaia, para intentar entender la dinámica de esta Madre Tierra y el rol que nosotros los humanos jugamos dentro de ella… pero también simbólicamente porque reconozco la necesidad de que la humanidad tiene de comprender que formamos parte de todo lo que nos rodea y lo que nos rodea forma parte de nosotros.
(Un dato curioso… se dice que probablemente cada uno de nosotros tengamos más de algún muy pequeño pedazo de plástico dentro de nosotros, el plástico que usamos y luego botamos regresa de alguna manera a nosotros.)
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